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viernes, diciembre 08, 2017

EN MI HUERTO DE LOS OLIVOS: LA INMACULADA Y LA JUVENTUD

LA INMACULADA Y LA JUVENTUD


La tarde noche presagiaba la crudeza de este otoño invierno que ha llegado seco y muy frio. La verdad que la tarde invitaba a quedarse en casa, sentado en la mesa y calentándose los cuerpos, viendo algún bodrio de lo que los canales de televisión nos dejan casi todos los días. Aunque también estaba la opción, de ver una película en algún aparato reproductor o una de las que nos gustan a casi todos nosotros, por no decir a todos. Es así que dije nada, vamos a la calle y vemos la procesión de La Inmaculada que sale de San Francisco y San Eulogio con sus juventudes. Y así lo hice.


Es por lo cual me dispuse y me fui a la calle a pesar de que mi otro yo, me decía que me quedara en casa, sentado y calentito. La verdad que una vez llegado al centro donde encontré aparcamiento muy fácil -también es raro esto- pues empecé a zigzaguear por las calles cordobesas y de su casco histórico. La penumbra de la noche, de las calles y el sentido frio se dejaba entrever por cualquier rincón por el que pasaras. Y así llegué al entorno de la Catedral de nuestra ciudad por la calle Encarnación. Allí al fondo se apreciaba ya, el majestuoso monumento con su color anaranjado de su roca, elevándose esbelta como es Ella. Con sus recuerdos inconfundibles cristianos, musulmanes y católicos.


Al llegar justo a la esquina, la soledad de las calles angostas, dio paso a la ebullición de la gente. Y en especial de la gente joven que por allí merodeaba. Seguidamente me dispuse a entrar al gélido Patios de los Naranjos por la Puerta de Santa Catalina. La humedad se dejaba notar, por la cercanía de nuestro rio Guadalquivir, un poco menos concurrido por la falta de lluvia, que tanta falta nos hace. En ese mismo patio se congregaba ya juventud, costaleros esperando a que terminase la Vigilia de la Inmaculada que se estaba realizando en su interior. Juventud rodeada de más juventud. Eso me trajo recuerdos añorados... Como disfrutan ellos de este tipo de actos, que nosotros los que estamos entre los cuarenta y cincuenta no tuvimos para poder disfrutar como lo tienen ahora.


En aquel patio se congregaban los jóvenes en torno a sus experiencias de cada uno y sus historias, como volviendo a siglos atrás cuando ese patio era una ebullición de personas. Pues así entre el frio y las distintas conversaciones se llamo a ir se para dentro a los jóvenes costaleros y nos quedamos allí los guerreros luchando contra el frio.


Al poco rato se abrían la Puerta de las Palmas y la comitiva cruzaba bajo el arco de las Bendiciones para desde el interior empezar a enfilar de nuevo el Patio de los Naranjos. Allí esperando en la grada, comenzaba el rio joven a desfilar con sus estandartes y varas. Y lo mejor de todo ver sus sonrisas en sus frías caras que dejaban entrever en ellas, que la juventud cofrade comenzaba a inundar la fría noche cordobesa, en una noche fría joven cordobesa escoltando a Ella. A la Inmaculada Concepción de la Parroquia de San Francisco y San Eulogio.


La comitiva seguía su discurrir con un paso algo más ligero ya que la noche hacía estragos en los cuerpos de todos, con un frio más incesante. Así enfilamos la calle de la feria, donde los naranjos parecían abrazarnos para mitigar la noche gélida. Ella con su paso suave pero firme se dejaba ver con alguna nube que no dejaba a la luna verla con total claridad. Y así se enfilo la entrada al Compás de San Francisco. Allí la última levantá en la calle de la Inmaculada, demostró lo que es la amistad de un grupo de jóvenes locos unidos por el mundo del costal. Sonó la marcha Hosanna in Excelsis, o lo que es su traducción la Alegría en el Cielo que la Inmaculada dulce y pequeñita repartía por el empedrado del compás. Ella allí arriba nos cobijaba con su dulce y tierna mirada y nos muestra año a año cuáles el camino que tenemos que llevar en la vida.


Enhorabuena a las juventudes cofrades cordobesas porque demostraron tener un decoro y un saber estar importante en dicha cita con el intenso frio de la tarde noche cordobesa.


Pachi Giraldo



Pd.- Una levantá se dedico a una niña que no lo esta pasando muy bien, en cuestión de salud. Se pidió por su mejoría, y seguro que llegará, muy a poquito a poco como diría su padre. Pero llegará. Desde aquí también rezo por su mejoría muy a poquito a poco. Seguro que la Inmaculada de San Francisco y San Eulogio encarnada en la advocación de Candelaria te ayudarán a conseguirlo. 

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